En relación con la rescisión del contrato de concesión entre Dragados y el Ayuntamiento  de Madrid, la Asamblea de Izquierda Unida de Tetuán manifiesta:

La operación del paseo de la Dirección, firmada entre Dragados y el Ayuntamiento de Gallardón en 2006 (y empeorada por Botella en el 2015) es el más claro ejemplo de saqueo de lo urbano, ataque a los intereses de los vecinos en beneficio de un enriquecimiento ilícito, privatización del espacio público y daño al tejido urbano y al medio ambiente que se ha dado en las últimas décadas en nuestra ciudad.

Atado por unos contratos leoninos y, a nuestro entender, de dudosa legalidad, el área de Desarrollo Urbano Sostenible se enfrenta a partir de 2015 a la necesidad de elegir entre romper con Dragados y judicializar hasta el infinito la solución del problema o negociar con la empresa el fin pactado de los contratos. Y bajo ese chantaje, toma la decisión política de negociar una rescisión de mutuo acuerdo.

Esta decisión ha provocado una gran frustración entre los vecinos, que ven ahora cómo Dragados, tras haber destrozado el barrio, aún saca rendimiento de sus actos. Dragados consigue siete parcelas, 88.000 m2, 130.389.000 euros, y tres millones de euros adicionales en concepto de indemnización por lucro cesante.

Tetuán se queda con una autopista que no necesitaba y que atraviesa un erial arrasado de solares, un parque Rodríguez Sahagún separado del barrio por muros y desniveles, y cuatro torres de 26 pisos en una zona en la que la altura media de los edificios no supera las cinco plantas.

Mención aparte merece la situación de los vecinos expropiados, aún pendientes de una inaplazable solución que les permita pasar de la propiedad de sus pisos expropiados a la propiedad plena del piso de realojo, sin perder en el proceso. El supuesto ahorro del ayuntamiento, o el beneficio de Dragados no puede fundarse sobre la ruina de los vecinos.

Desde la Asamblea de Izquierda Unida de Tetuán exigimos que el desastre que la intervención de Dragados ha supuesto para el barrio se convierta, desde la gestión municipal y dentro de un proceso auténticamente participativo, en una oportunidad:

• Una oportunidad para recuperar nuestro parque, haciéndolo plenamente accesible al barrio.
• Una oportunidad para redefinir el modelo urbano, reduciendo la edificabilidad en las parcelas recuperadas por el ayuntamiento y dedicándolas a una nueva forma de gestión de la vivienda social.
• Una oportunidad para instalar a la mayor brevedad en la parte más castigada de nuestro distrito las dotaciones educativas, sanitarias, culturales y sociales que contribuyan al reequilibrio social y territorial, y que tanto tiempo llevamos esperando. En suma, exigimos el plan integral que el barrio necesita.

Y por último, pero no menos importante, el ayuntamiento debe encontrar una solución para los vecinos expropiados. Expropiados a precios que les impiden acceder en propiedad a las viviendas de realojo. Es imperativo buscar una fórmula que les permita pasar de vivienda a vivienda, tratando con justicia a unos vecinos que han sido la principal víctima del saqueo de nuestro barrio por parte de Dragados con la complicidad de las alcaldías Gallardón y Botella.