A principios de este mes la cadena de cafeterías Nebraska, que empleaba a 92 personas, ha cerrado sus puertas. Los cuatro locales que mantenía en la capital, incluyendo el inaugurado en 1955 en Tetuán, han sido adquiridos junto con la marca y el resto de la empresa por Corpfin Capital Real Estate, un fondo de capital-riesgo que ha demostrado una vez más que, cuando ellos ponen el capital, los trabajadores y trabajadoras estamos en riesgo.

Los nuevos propietarios de Nebraska han tardado sólo unas semanas en acabar con un negocio del que sólo le interesaban los locales, ubicados en zonas comerciales como el de la calle Bravo Murillo o el situado en Gran Vía. No les ha importado la situación de las 92 familias cuyos ingresos dependían de la continuidad de las cafeterías ni la tradición de una cadena que ofrecía una propuesta diferente a la de las multinacionales de la comida y el empleo basura.

Desde Izquierda Unida de Tetuán y la agrupación de Tetuán del PCE condenamos las prácticas especulativas que anteponen los beneficios de unos pocos a los derechos básicos de las clases trabajadoras y expresamos nuestra solidaridad y apoyo a las 92 personas que se quedan sin empleo para que los grandes capitales vean aumentar sus beneficios.